martes, 29 de noviembre de 2011

valer, valdremos más….pero costar, costamos menos (I)



¿Cuántas veces hemos oído aquello de
“las niñas son más listas pero los niños son más nobles”
ó 
“nosotras valemos más, somos más constantes”?
...como estas cientos.

No creo que estas frases sean más que producto de esa prolongación histórica y social de los roles y estereotipos asignados a cada sexo, que no sólo no nos benefician sino que ayudan a la confrontación entre unos y otras, unas y otros.

Lo que sí es cierto es que por cuestiones que darían para un análisis más profundo, los datos son los datos, y revelan que el número de universitarias mujeres es mayor que el de hombres y que además nuestros resultados académicos son también mejores.
  
Sin embargo, detrás de los datos se esconde una realidad alarmante y a la vez consentida socialmente: las mujeres cobramos menos que los hombres. Así de claro y crudo a la vez.

Esta realidad, conocida como brecha salarial, desigualdad retributiva, discriminación salarial, se impone y sitúa nuestros ingresos entre 5.000 y 5.500 euros anuales menos, lo que supone entre un 15 y un 30% de diferencia dependiendo del sector. Siendo la Industria el que mayores diferencias presenta y el de la Enseñanza el que menos.

La desigualdad retributiva es una de las más invisibles y más particulares. Difícilmente nos encontramos con alguna denuncia directa de alguna trabajadora. Y es que, cobrar distinto ocupando una misma categoría profesional por el hecho de ser mujer u hombre, es ilegal y sería directamente corregido por medio de una simple denuncia.

Pero la realidad no es tan sencilla. Y las diferencias entre lo que cobra anualmente una mujer y un hombre vienen dadas por otros motivos que se ponen de manifiesto cuando hacemos un anális más profundo del mercado laboral y cuando afrontamos la negociación colectiva con una perspectiva de género, con esas gafas violetas que tanto nos cuesta ponernos.

Es por tanto, la negociación colectiva -y quiero hacer hincapié en esto, dado el interés de algunos en debilitarla- una herramienta muy útil para detectar y corregir discriminaciones que nos perjudican seriamente a nosotras.

Son los delegados y las delegadas (especialmente los que han recibido formación en género) quienes detectan estas irregularidades y ponen en marcha medidas correctoras que benefician a las plantillas completas de empresas y a trabajadoras y trabajadores de sectores.

LOS MOTIVOS DE TAL DESPROPORCIÓN

Menos empleo y más precariedad

Por un lado condiciones generales: menor acceso al empleo (la tasa de desempleo femenino sigue siendo mayor que la masculina). Cuando accedemos a un trabajo, lo hacemos en condiciones más precarias, es decir, los índices de temporalidad femenina están por encima de la masculina. También ocurre esto con la contratación a tiempo parcial que sigue teniendo cara de mujer.
Algunos al conocer estos datos dicen: ah bueno  era eso! yo pensaba que os pagaban menos que a nosotros pero así como así… Y a una se le queda cara de: no, si encima solo está justificado corregir la discriminación cuando ésta es directísimamente manifiesta y palpable.

Techo de cristal

Menor acceso a categorías profesionales mejor retribuidas. Las categorías profesionales más altas y los puestos de dirección, en definitiva, las retribuciones más altas siguen estando masculinizadas. Este fenómeno también es conocido como la segregación vertical del mercado de trabajo. Asimismo, hay que hacer referencia a la segregación horizontal, que está referida a la concentración de mujeres en los empleos o a la feminización de algunos sectores: menos valorados y peor retribuidos.
Conciliación y Corresponsabilidad

El hecho de que sea sobre nosotras sobre quienes siga recayendo, de manera prácticamente exclusiva, la conciliación también perjudica a nuestros salarios. Y es que si alguien tiene que solicitar una reducción de jornada o una excedencia por cuidado de un menor, un mayor o una persona dependiente  ¿Quién lo hace? Nosotras sin duda. Con la consecuente reducción de salario proporcional  en los casos de reducción de jornada y con la ausencia de salario en el caso de las excedencias.

Salarios

La estructura retributiva de los convenios colectivos debe ser lo más transparente posible y evitar discriminaciones como las que se producen en:

1.      Categorías Profesionales con distinta nomenclatura y similares funciones que se asignan unas a mujeres y otras a hombres, unas con menor salario y otras con mayor (por ejemplo gobernanta y encargado de mantenimiento)

2.      Complemento de Antigüedad. Las mujeres, además de incorporarnos más tarde al mercado laboral, tenemos menos oportunidad de consolidar un puesto de trabajo estable, por lo que tendremos, a diferencia de nuestros compañeros, menor acceso a esta retribución.

3.      Plus de Peligrosidad o Penosidad, es decir el premio al esfuerzo físico. Sin tener en cuenta los riesgos a los que nosotras estamos más expuestas, como los posturales o psicosociales, frecuentes en actividades feminizadas.

4.      Plus de Disponibilidad: premiar la disponibilidad es discriminatorio dado que las mujeres disponemos en menor medida de nuestro tiempo por aquello que comentamos anteriormente: la conciliación sigue recayendo en nosotras. La escasa corresponsabilidad por parte del varón, hace que sigamos asumiendo tareas domésticas y cuidados familiares  de descendientes, ascendientes y personas dependientes.

LA PENSIÓN: el final de nuestra vida laboral.

Toda esta intermitencia, estas salidas y entradas del mercado laboral con sus correspondientes mermas en percepciones salariales y en cotizaciones hacen que cuando lleguemos al final de nuestra vida laboral, también lo hagamos en desigualdad de condiciones.

El mayor número de pensiones no contributivas son percibidas por mujeres. Hay un número importantes de mujeres mayores que hoy viven bajo el umbral de la pobreza.

MAYOR IMPLICACIÓN

La solución a esta problemática viene de la mano de una mayor implicación por parte de todos y todas:

Instituciones Públicas y Gobiernos: Implantar medidas que corrijan la segregación ocupacional (vertical y horizontal).

Agentes Sociales, Empresarios y Sindicatos: Promover la negociación colectiva desde la perspectiva de género.

Todos y todas: Fomentar en las familias y en los centros educativos la educación en valores y en igualdad de oportunidades donde se incentive la conciliación en términos de corresponsabilidad. Esto sólo podemos hacerlo gracias a una educación pública, gratuita y de calidad.



La pobreza tiene cara de mujer
y la desigualdad retributiva
está estrechamente relacionada con ella.


APL

viernes, 25 de noviembre de 2011

Uno de esos días


Hoy lo es, es 25 de noviembre el Día Internacional contra la Violencia de Género. Sólo es hoy una vez al año.

Por eso es uno de esos días que debemos convertir en extraordinario. Hoy debemos apartar la rutina de nuestras vidas y centrar  la atención, la máxima preocupación y toda la energía en esta vergüenza que nos convierte a los ciudadanos y ciudadanas de este país en personas infrahumanas.

Digo yo que los mercados financieros, la prima de riesgo, la deuda de los estados, la crisis mundial, y la retirada de "Pepiño" de la política, podrán esperar 24 horas: ya va para unos años que están aquí y acaparan demasiado protagonismo. Tienen 364 días más para seguir haciéndolo.

Me gustaría que hoy los medios de comunicación dedicasen sus publicaciones y emisiones íntegramente a la Violencia de Género, ¿o no es suficiente con los distintos tipos de violencia a que nos someten diariamente a las mujeres y con visibilizar los 61 casos de mujeres asesinadas?

Inundemos de mensajes y de reivindicaciones la red, ese lugar donde, no pueden callarnos, donde cada cual opina y decide consigo misma qué decir y qué difundir. “Retwitteemos”, “compartamos”, pulsemos el “me gusta” y dediquemos nuestro blog a denunciar esta barbaridad. Aportemos cada granito de arena para conseguir un mundo más justo e igualitario.

Hay muchas personas, para las que esta lucha forma parte de nuestro trabajo y del compromiso diario. Aunque ya nos gustaría que fuese de otra manera, sabemos que mañana otros mu chos volverán a su mundo habitualmente ordinario. Por eso, aunque sólo sea por hoy, sumemos al #pactodegenero ese #pactoentregeneros tan necesario y exijamos respeto durante las 24 horas del 25 de noviembre.

Aunque inevitable, es muy lamentable que haya lugares y ámbitos donde hoy ni parezca el Día Internacional contra la Violencia de Género.

Sin embargo, las personas con ideología de izquierdas, las que llevamos por bandera la libertad, la igualdad, el compromiso por conseguir un mundo mejor, donde no tengan cabida la pobreza, las desigualdades ni la violencia, hoy tendremos en nuestras mentes muchos dramas. Unos más cercanos y otros más lejanos pero todos igualmente execrables.

No podremos olvidar que hay mujeres víctimas de la trata con fines de explotación sexual, que hay mujeres cuyos clítoris son literalmente cortados, castigadas así y privadas para toda la vida del placer sexual, que hay culturas, donde el nacimiento de bebes niñas, supone un drama familiar con un fin fatal, que hay lugares donde el feminicidio, aunque denunciado una y otra vez, sigue estando inmoralmente presente, que las guerras disparan las violaciones de mujeres y niñas. Que diariamente hay mujeres asesinadas por el simple hecho de serlo.

En España aún 600.000 hombres excusan esta conducta y 3 millones de personas responden afirmativamente ante la pregunta ¿sería “correcto” utilizar la violencia en casos de separaciones? (en palabras de Miguel Lorente, delegado del Gobierno de Violencia de Género)

Quiero pedirte que participes hoy
en los actos convocados en tu ciudad.

APL




martes, 8 de noviembre de 2011

Debate en blanco y negro, a lo “cuéntame”



Soy una ciudadana española, de izquierdas, sindicalista y feminista que cree en la democracia. Eso sí, en el sentido etimológico de la palabra, ese que aprendí en las clases de griego, mientras estudiaba COU, en un instituto público andaluz. Allá por el año 1994.

Democracia: “demos” (pueblo), “krátos” (poder o gobierno): “gobierno del pueblo”, justo lo que no existe hoy por hoy.

Me preocupa la situación política y económica que atravesamos en España, en Europa y en el mundo. Por eso, a pesar de que me hallo en Londres unos días de descanso, no pude dejar de ver el debate.

Así que dejé la prometedora noche londinense transcurrir ahí fuera y me dispuse psicológica y “tecnológicamente” a ello: @conRubalcaba versus @MRajoy / @MRajoy versus @conRubalcaba, vía Internet. Dos candidatos que fingen aspirar a gobernar, aún sabiendo ambos de buena tinta que será solo “de mentirijilla”.

De entrada, ya mi convicción feminista empieza a retorcerse desde la primera imagen: “tres varones veteranos”, con experiencia política y periodística. Manuel Campo Vidal (60), Alfredo Pérez Rubalcaba (60) y Mariano Rajoy Brey (56).

¿Será la fórmula mágica para el éxito 60-56-60?


Esto me lleva a otra reflexión sobre el “continente” frente al “contenido”. Pero abordaré primero la cuestión del contenido, y permitidme la expresión “más de lo mismo”…sí, más de lo mismo.

Ya lo sabemos, sí. El programa oculto de uno y el programa imposible de otro. Ya los conocemos, de más, diría yo. Ya sabemos en qué cree uno y en qué otro. Sabemos que aunque ambos aspiran a gobernar el País, también saben de sobra que no podrán hacerlo, ninguno podrá a corto-medio plazo. También empezamos a saber quien manda, y no es ni uno ni otro, ni tan siquiera sus respectivos partidos. Ni “los famosos mercados” me atrevería a decir  . Cada día creo más en esa teoría que va mucho más allá, que está relacionada con esa ”Europa de las dos velocidades” que tan bien, desde mi modesto punto de vista, retrató El País en su publicación del domingo y cuya lectura recomiendo



Y centrándome en el continente, algo, que a pesar del riesgo de ser tachada de “superficial”, insisto en argumentar, porque en este momento es mucho más elocuente de lo que imaginamos. Es más, creo que es lo único que habla a gritos. Se hace necesario abstraerse y  y observar de lejos la realidad.

En ese ejercicio tan sano de “la abstracción”, que practico a diario, desde lugares institucionales (hasta en lugares de lo más inesperados) me da claves que me hacen más liviano el día a día y me desvelan algunos secretos del comportamiento humano. Ayer mismo lo detallaba en mi post sobre Londres,  



Hablaba de la dificultad para discernir entre “lo retro” y “lo anticuado”, anoche afronté la misma dificultad en #eldebate, si no fuese porque estoy en un entorno bien distinto, me retrotraería a la famosa serie televisiva “Cuéntame” y me convertiría en “una Alcántara de la vida” o, lo peor, en la “Mildred” de “Los Roper”, creo me salva de ello la confección de los trajes. Las solapas y los bajos acampanados han dejado de ser los de la transición, vale….poco más… en lo demás, aplico el photoshop, filtro sepia o blanco y negro incluidos y me teletransporto a los años 70.

¿podemos sentirnos representadas mujeres y jóvenes
en ese tripartito de debate?
(lo siento por Campo Vidal, pero también es significativo..)

¿dónde está el color?

¿dónde estamos más de la mitad de la población?

¿Quién decide por nosotras?

El debate de anoche me resultó anacrónico total, con todos mis respetos y sin ánimo destructivo. Pero pidiendo el mismo respeto constructivo en el sentido contrario, que ya está bien “hombre”.

El “momento igualdad” tal y como comenté en twitter se despachó en dos minutos y con acuerdo por parte de ambos candidatos…vaya, de pasada y por compromiso, eso dice mucho de ambas ideologías tan opuestas en todo, según delata la crispación política durante el resto del año. En esa ñoñería de la igualdad, hasta se ponen de acuerdo. Sintomático.

La política está corriendo el riesgo de convertirse
en lo contrario para lo que fue inventada.

Lo siento no me creo nada, me fui a la cama sin ilusión alguna….


APL

domingo, 6 de noviembre de 2011

Londres, la ciudad donde todo cabe



Viajar es algo que hago bastante a menudo por motivos de trabajo. Por eso hacerlo por placer es algo que ya venía necesitando. Creo que  Londres está siendo el destino perfecto para desconectar y a la vez ver algo distinto, porque hay momentos en la vida en que una necesita tomar perspectiva, alejarse y ver más allá de lo que respira cada día.

Ese instinto conservador -que por muy progresistas que seamos, casi todas las personas escondemos en algún lugar- me lleva a comparar y a buscar similitudes entre lo que observo, lo que percibo y  el entorno en que habitualmente me muevo.

Afortunadamente, cuando una se relaja, es capaz de tomar distancia y disfrutar de lo parecido y lo distinto a la vez. Qué osadamente conservador y qué escandalosamente moderno me está resultando Londres. Pasear esta ciudad es una experiencia tan enriquecedora como contradictoria a la vez. Lo retro y lo anticuado resulta a veces difícil de distinguir. Una ciudad multirracial que mezcla lenguas, sonidos, olores, colores, estéticas, sabores…

Londres me resulta un lugar tremendamente acogedor y frío en una sola vez, pasa del gris al fluorescente en sólo segundos, la solemnidad  de sus edificios contrasta con el caos de sus calles llenas de vida, de cotidianeidad. Lo vulgar se mezcla sutilmente con la elegancia y la horizontalidad de sus calles.

Toda una explosión de sensaciones que jamás pude imaginar, de la misma manera que tampoco pude imaginar que pudiesen darse escenarios tan antagónicos en un mismo espacio, en una misma ciudad.

Como anécdota, contaré que una puede visitar la exposición de las "Mujeres de Vermeer"

quedar atrapada en la cuidadosa imagen que trasmite el pintor en el siglo XVII. Una mujer lúgubre, pudorosa, virginal y minutos después de salir del Fitzwilliam Museum, toparse con cinco chicas jóvenes, megáfono en mano, octavillas al viento y pancarta incluida abordando a las féminas transeúntes bajo el mensaje “Women!!, tell us what you are good at…” (“Mujer! cuéntanos qué se te da bien…”)




Antagonismos, tan sumamente opuestos, que hacen de Londres un sitio bipolar

Simplemente, ESPECTACULAR


APL