jueves, 22 de septiembre de 2011

¿De vuelta a casa?



Que la crisis económica nos está jodiendo la vida nadie lo duda a estas alturas, que no sabemos hasta cuando y que encima no vemos luz al final del túnel, pues también.

Pero además esto, tiene perspectiva de género. Y seguro que alguien piensa…ya está ésta con lo mismo de siempre… pues sí. Y es que “la austeridad” y “los recortes” tienen cara y nombre de mujer (y no son ni Merkel ni Aguirre, precisamente…)

Como me gusta recordar cada vez que tengo la oportunidad de compartir espacio con otras mujeres: “las mujeres nos hemos incorporado al espacio público sin abandonar el privado, sin embargo nuestros compañeros no se han incorporado a este último” llamémoslo doble jornada, llamémoslo falta de corresponsabilidad o dificultades para conciliar, llamémoslo desigualdad…la cuestión es que esto produce un desequilibrio importante que se ha ido soportando gracias a unos servicios que forman parte de ese “Estado de Bienestar Social” tan maltratado e infravalorado en los últimos tiempos.

Los servicios públicos han jugado un papel importante en esto de nuestra incorporación a ese mundo también público, a salir de casa, a emanciparnos, a compartir y conquistar el mundo laboral.

Un sistema sanitario, una atención y cuidado a las personas mayores o dependientes y la escolarización de los menores han sido cuestiones clave. Sí, mejorable en el primer caso, por desarrollar en el segundo e insuficiente en el tercero, cierto. Y probablemente por ese motivo nos hemos incorporado “a medias” es decir, no en igualdad de condiciones. Pero a ver si encima va a resultar que antes de llegar a la meta nos damos la vuelta y caminamos hacia atrás…

Esta cuestión que me hace permanecer en constante estado de alerta y me da vueltas en la cabeza a diario, hoy lo ha hecho especialmente. Esta semana he tenido la oportunidad de participar en un encuentro con compañeras de origen marroquí pertenecientes a otros sindicatos, conversando con ellas, descubres que son perfectamente conscientes de que su situación va con mucho más retraso, pero su fuerza y compromiso las hace permanecer en el camino y avanzar poco a poco.

Y me pregunto:
¿Nos encontraremos en el camino?
Me encantaría que así fuese,
pero porque ellas hubiesen “dado un sprint final”,
nunca porque nosotras hayamos dado la vuelta y retrocedido.

Si se dejasen de prestar los servicios que, en mayor o menor medida, fueron sustituyendo nuestro trabajo en el espacio privado, en el hogar…no nos engañemos, las que volveríamos a casa seríamos nosotras, no ellos. No hemos avanzado tanto como para que se volviesen las tornas…además siempre existirá el argumento de “si hay que renunciar a algún sueldo, mejor el tuyo cariño, que es más bajo”…

Por eso me pareció tan acertado el planteamiento del máximo responsable de UGT Andalucía en el sector de los Servicios Públicos hace unos días cuando informaba de la manifestación del próximo día 1 de octubre


 “los recortes en servicios públicos no son sólo cosa de los trabajadores y trabajadoras del sector, lo son también de todas las personas como ciudadanos y ciudadanas”

Y como tantas otras veces pienso en violeta: esto no es sólo cosa de hombres, lo es MUY PARTICULARMENTE de mujeres. Así que allí estaré como mujer, como sindicalista y como persona comprometida con una sociedad igualitaria.

Pero sobre todo porque me gusta la calle,
me encanta lo público y me niego a “volver a casa”

APL






 


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