jueves, 25 de abril de 2013

El manido cambio



Hubo un tiempo en que los responsables políticos hablaban del cambio.

El cambio no sólo estuvo presente como eslogan en distintas campañas electorales, también “el cambio” se convirtió en la "bandera" a ondear, el "argumentario" a defender y hasta la "meta" a alcanzar.

Tanto fue así que algunos, ingenuos, hasta creyeron ciegamente en élFueron tiempos holgados en que se podía "planificar" el futuro con sosiego. La revolución no tenía que ser inminente, se podía “controlar”. El “control” ... eso tan querido y amado por nuestros dirigentes.

Hubo un tiempo en que el discurso social “vendía bien”. Mujeres, jóvenes, inmigrantes…los hubo tan osados que hasta llegaron a sostener firme y públicamente que el futuro  pasaba por ahí.

No concretaron a qué futuro se referían, pero debía ser un futuro lejano porque a las mujeres casi les llegó la menopausia y, por aquello de la igualdad de oportunidades, a los jóvenes, “la pitopausia”.

¿Se trataba de una estrategia para permanecer el mayor tiempo posible gobernando? Pues cada cual que piense lo que quiera, mi opinión particular es que era y sigue siendo una estrategia perfectamente urdida y adornada de satélites coloreados, jóvenes y femeninos.

Pero el tiempo pasó y la tormenta llegó, tiempos difíciles y convulsos en los que los mismos que vitoreaban el cambio decidieron que ahora debía primar la experiencia. Y fue así cuando, tras acertar las respuestas, nos cambiaron las preguntas. Y ahora el cambio es "el recambio".

“Se nos rompió el cambio de tanto usarlo”

APL



No hay comentarios:

Publicar un comentario