Blanca Portillo encarna a Concepción Arenal en "La Visitadora de Cárceles" |
Llegó al mundo tal día como hoy, hace ni más ni menos que ciento noventa y tres años. Alumbrada y fallecida en
las tierras gallegas del Ferrol, dejó gran legado al país entero y a las
sociedades venideras.
Con Concepción Arenal nace en
España el feminismo, algo tan imprescindible para las mujeres y sus redes, como
denostado por el patriarcado y su tela de araña.
Hay veces que cuando leo la
biografía de personas que, por uno u otro motivo, al vivir han hecho historia
colectiva, pienso que con semejantes experiencias vitales no les quedaba otra…
Sin embargo, casi con toda seguridad me equivoco. Ciertamente no todo el mundo
reacciona de la misma forma ante diferentes estímulos, amenazas, dificultades,
etc.
La excepcionalidad de Concepción
reside precisamente en su reacción ante el entorno y el contexto de la época.
Lo más fácil, normal y hasta
lógico, hubiera sido que la pequeña, huérfana de padre a los ocho años y criada
entre sus hermanas por su madre y abuela, se hubiera convertido en una
previsible “señora al uso”. Mientras Concepción madre trasmitía a su precoz
hija –o al menos lo intentaba- valores
muy conservadores, la abuela paterna le inculcaba una férrea educación
religiosa. Y así fue como Concepción acabó a
los catorce años estudiando en un “colegio para señoritas” de Madrid.
Pero dicen que la cabra tira al
monte (bendita cabra y bendito monte). Se
ve que la pionera del feminismo español, decidió vivir la vida a su manera, con
esa intensidad y variedad que nos
trasmiten sus textos.
Y como Concepción era
extraordinaria, con veintiún años se vistió de varón y, contra la voluntad de
su madre y quizás por encima del disgusto su abuela, "se plantó" en la
Universidad Central de Madrid a estudiar Derecho y se animó a participar en
tertulias políticas y literarias, siempre bajo el traje de un hombre.
La feminista, ya casada y con
dos hijos, escribía artículos en prensa, publicaba obras, fue la primera mujer
nombrada “Visitadora de Cárceles de Mujeres”, fue fundadora de “La Constructora
Benéfica” destinada a alojar obreros y llevó a cabo innumerables actividades
caritativas.
No debió tenerlo nada fácil,
Concepción Arenal. Sin embargo supo, ver, reflexionar, escribir y reivindicar
las claves para la emancipación de la mujer. Que, aunque hoy pueda resultar algo
absurdo (más que le pese al dúo Wert-Gallardón), no son otras que el acceso de
las mujeres a la educación y al trabajo.
Por supuesto recomiendo la lectura
de la obra de “la pionera de pioneras". Mientras, os dejo un breve sabor:
“(…) Que no hay más que un medio
de que las mujeres sean respetadas, y es que sean respetables: lo cual no se
conseguirá con sólo tener la instrucción si no tiene carácter. Hay momentos y
países en que la cuestión, como suelen serlo las sociales, es circular; a la
mujer no se la respeta porque no es respetable, y no es respetable porque no se
la respeta. Cuando esto sucede, es difícil, pero no imposible que la mujer se
blinde, por decirlo así, con una sólida personalidad; pero si lo consigue ha de
dar por bien empleado el trabajo que le costó, y sabrá cuánto vale tener en sí algo que no esté a merced de nadie.
Como, en nuestra opinión, no
debe haber diferencias esenciales entre la educación del hombre y de la mujer,
las relaciones en la esfera educadora han de ser necesariamente armónicas (…)”
“(…) Con la enseñanza
privada, sin más intervención oficial que los exámenes,
hay ahora facilidades para que las mujeres puedan hacer estudios superiores;
respecto a los que exigen la asistencia a los establecimientos públicos,
esperamos que los hombres se irán civilizando lo bastante para tener orden y
compostura en las clases a que asistan mujeres, como la tiene en los templos,
en los teatros, en todas las reuniones honestas, donde hay personas de los dos
sexos.
¡Sería fuerte cosa que los señoritos respetasen a las mujeres que van a los toros y faltaran a las que entran en las aulas (...)".
¡Sería fuerte cosa que los señoritos respetasen a las mujeres que van a los toros y faltaran a las que entran en las aulas (...)".
APL
Son ejemplos como estos los más útiles en días como hoy para no rendirse. En todo los tiempos, en todas las circunstancias puedes resignarte o luchar. El "no se puede cambiar nada" puede ser consolador para las personas más débiles, pero debería considerarse un insulto para las más fuertes.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Pablo. Afortunadamente hay mucha fuerza "a la izquierda", donde el corazón late :)
ResponderEliminar