Las recientes declaraciones de
Carlos Floriano, vicesecretario de organización del PP, sobre la situación
“laboral” de Jesús Sepúlveda, exmarido de la ministra Ana Mato, tienen muchísimas
lecturas, pero desde luego algo dejan clarísimo, ni zorra idea del mercado
laboral, de la situación de los trabajadores de a pie, ni tan siquiera de las
consecuencias de sus propios actos, léase acto como la “imposición” de ese
“pedazo” de reforma laboral. ¿Para qué? Si con ellos no va esto. Para esos
asuntos ya tienen un departamento de asesores llamados CEOE.
Por no saber, parece que ni saben la diferencia entre un funcionario y un trabajador corriente. Porque los que no conocen bien la
administración, ni las condiciones que tienen muchos funcionarios y mucho personal
laboral, piensan que el funcionario es una “elite”. Pues nada, ha llegado la
élite de la élite “el funcionario del PP”, que además “teletrabaja”.
Pensándolo bien, igual fue un lapsus
y al señor Floriano se le fue la pinza, porque una cosa es que su partido tenga
personas contratadas y otra bien distinta es que ellos ahora mismo estén
gobernando y la administración tenga personas funcionarias trabajando para ella,
ojo, no para el PP.
Lo mismo es una de esas “traiciones
del subconsciente” y piensan “gobernar la administración de por vida” (para mayor gloria de dios y desgracia de la gente).
De todas formas y sinceramente, ¡cuánta
envidia no poder ser trabajadora-funcionaria del PP! ¿no? ... ¡Si es que son todos “unos
artistas”!
“Esa niña en las nubes era yo,
y pensaba con toda la razón,
que hay dos clases de gente nada
más:
los artistas y todos los demás.
Mamá quiero ser artista,
oh mamá, ser protagonista.
Mamá quiero ser famosa,
oh mamá ser la más hermosa,
firmar talonarios
y en el escenario
pisar a diario
alfombras de rosas.
Mamá por favor compréndeme”
APL.
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