lunes, 29 de abril de 2013

"Be patient, my friend" (Sé paciente, amigo)


Ayer el señor Rajoy, nuestro actual Presidente de Gobierno y máximo responsable de la actual situación de España, nos pedía PACIENCIA.

La verdad, no sé qué pensar, si es que es un "ingenuo compulsivo" o un "mentiroso sin remedio".

Tampoco sé muy bien a quién le pide PACIENCIA

No sé si a la familia de las personas que se han suicidado o están a punto de hacerlo por inminente desahucio. 

Si a los funcionarios que, diariamente desde el Instituto Nacional de "Empleo" (INEM), atienden a las "crecientes" 6.202.700 personas desesperadas y sin empleo

Si se refiere a los trabajadores que acuden puntuales a sus puestos de trabajo a pesar de que se les adeude una o varias nóminas.

A lo mejor se dirige al 21,1% de la población que vive bajo el triste umbral de la pobreza. 

Quizás a las casi 2.000 personas que en la actualidad han cambiado el "McDonald" por un comedor social.

Igual se refiere al 1.173.761 de personas en situación de dependencia y cuyos cuidados peligran por días.

Lo mismo habla de los niños pobres de nuestro país que ya son un 20%. 

O ¿quién sabe? igual el Partido Popular ya se ha adelantado y está pidiendole paciencia a los 18 millones de pobres, que según el informe de Intemon Oxfam, habrá en España en 2022.

¿Quién lo sabe? 

Aunque la verdad, conociendo a Mariano, aunque sea de lejos, más lo veo yo reunido con sus amigos de la CEOE, los empresarios diciéndoles: "Be Patient, my friend, que la esclavitud está a la vuelta de la esquina. Aún se pueden denigrar más las condiciones laborales, todavía se puede llegar a despedir más barato. En este país se pueden hasta proponer iniciativas como la de aquél colega vuestro que ofrecía cama a cambio de trabajo"

Sea como sea, no tiene sentido ninguno ya que "Don Mariano de Génova" siga echándole la culpa a su "antecesor" -que dicho de paso, ya pagó él y su propia partido su gestión-.

Y no tiene sentido porque nos hemos llevado, ni más ni menos que ocho años, viéndolo "sacar pecho" en TV (sin plasma). Más que Rajoy, parecía "Mariano Sabelotodo": tenía las claves para salir de la crisis, conocía el secreto para generar confianza, sabía cómo reactivar el consumo y, por supuesto "iba" a crear empleo...

¿Paciencia Mariano? ¿Para qué? ¿Cómo? ¿Hasta cuándo?

Paciencia, y mucha, es la que hay que tener 
para seguir viéndoles la cara a usted y los suyos a diario...


APL.

sábado, 27 de abril de 2013

Si no van a crear empleo ¿qué hacen ahí? ¡lárguense!



Está claro que desde ayer el Gobierno de España está de más. La sensación general ya venía siendo ésta, pero tras la “rigurosa” rueda de prensa de ayer posterior al "temido" Consejo de Ministros, ya sí que no cabe duda alguna.

El Partido Popular en forma de gobierno ha reconocido públicamente que no podrá crear empleo en este mandato, y lo dicen así como si nada. Pues señores y señorísimas  señoreadas, entonces  ¿qué hacen ahí?.

Argumentos no faltan para pedirles que sean ustedes los que se "movilicen exteriormente" en lugar de los jóvenes. Insisto, argumentos no faltan: Se presentaron con una campaña electoral absolutamente falsa, cosa que el tiempo se está ocupando de dejar en evidencia. En lugar de generar, o cuanto menos mantener la riqueza en el país, lo están empobreciendo a marchas forzadas. España la gobierna cualquiera -“Frau Merkel”, la troika, el FMI, los mercados- menos ustedesEtcétera, etcétera, etcétera

Pero lo de ayer, disculpen, fue simple y llanamente no tener vergüenza alguna. El mayor problema de la gente de a pie, esas personas para las que gobiernan o debieran hacerlo ¡es el PARO! ¿y pasan de él?

Nuestro alrededor es un drama ya, a quien no le han "echado" de la empresa con una mano delante y otra detrás (gracias a ese pedazo de “reforma laboral”), están a punto de hacerlo. A quien no le han "bajado" la jornada, le han "reducido" el salario. Quien no está agobiado porque el tiempo pasa y no encuentra trabajo, lo está porque la prestación por desempleo se le ha terminado. Todo ello por no hablar de los suicidios por inminentes desahucios. 

El gobierno que debiera buscar soluciones para que resolver el problema económico de las familias españolas, que es el del país, no sólo no da con la tecla, sino que encima parece estar dando justo con la manera de empeorar la situación. 

Pues no entiendo por qué no “salen por patas”.Váyanse por favor, antes de robarnos más derechos. Lárguense antes de dejarnos en bolas y abochornarnos más con declaraciones como las de la Delegada del Gobierno en Cataluña "Es importante que haya pijos, que son los que gastan" como si el resto no tuviéramos derecho a consumir. A María de los Llanos de Luna, parece haberle traicionado el subconsciente. Ha dejado en evidencia sus verdaderos principios, los de su partido, completamente opuestos por cierto, a los que esgrimieron durante la campaña electoral cuando sostenían que eran el "partido de los trabajadores".

Sinceramente esto se está poniendo cada día más difícil. No sabemos cómo pedírselo ya. Nos manifestamos y nos concentramos pacíficamente, hacemos miles de declaraciones públicas, denunciamos la situación por activa y por pasiva.

Empiezo a tener la impresión de que esa línea que siempre fue suficiente para que los gobernantes “tomasen nota” se está empezando a sobrepasar. Cada día distintos colectivos a los que empuja la desesperación, salen a la calle, se manifiestan, se concentran, rodean el congreso, escrachan... y es que van quedando pocas alternativas para decirles lo que no quieren oír: que se vayan.

Y ustedes dirán que la desesperación no es motivo para sobrepasar esa línea pacífica de la cordura que sostiene a la “democracia”, pero ¿han pensado ustedes cuántas líneas rojas dejaron ya en este breve camino de su mandato? ¿Se han parado a reflexionar sobre el tipo de “democracia” que están “imponiéndonos”?

Por favor dimitan. Esto tiene toda la pinta de acercarse cada día más a un "estallido social" y si eso ocurre, como en todo, unos serán más responsables que otros. 

Dejen paso, no nos hundan más en la miseria.

APL

jueves, 25 de abril de 2013

El manido cambio



Hubo un tiempo en que los responsables políticos hablaban del cambio.

El cambio no sólo estuvo presente como eslogan en distintas campañas electorales, también “el cambio” se convirtió en la "bandera" a ondear, el "argumentario" a defender y hasta la "meta" a alcanzar.

Tanto fue así que algunos, ingenuos, hasta creyeron ciegamente en élFueron tiempos holgados en que se podía "planificar" el futuro con sosiego. La revolución no tenía que ser inminente, se podía “controlar”. El “control” ... eso tan querido y amado por nuestros dirigentes.

Hubo un tiempo en que el discurso social “vendía bien”. Mujeres, jóvenes, inmigrantes…los hubo tan osados que hasta llegaron a sostener firme y públicamente que el futuro  pasaba por ahí.

No concretaron a qué futuro se referían, pero debía ser un futuro lejano porque a las mujeres casi les llegó la menopausia y, por aquello de la igualdad de oportunidades, a los jóvenes, “la pitopausia”.

¿Se trataba de una estrategia para permanecer el mayor tiempo posible gobernando? Pues cada cual que piense lo que quiera, mi opinión particular es que era y sigue siendo una estrategia perfectamente urdida y adornada de satélites coloreados, jóvenes y femeninos.

Pero el tiempo pasó y la tormenta llegó, tiempos difíciles y convulsos en los que los mismos que vitoreaban el cambio decidieron que ahora debía primar la experiencia. Y fue así cuando, tras acertar las respuestas, nos cambiaron las preguntas. Y ahora el cambio es "el recambio".

“Se nos rompió el cambio de tanto usarlo”

APL



miércoles, 24 de abril de 2013

Yo también soy de UGT

Las primeras elecciones sindicales en las que participé. Isla Mágica 2002.
De  izquierda a derecha,  Ana Pérez Luna, Eduardo Bohórquez Leyva,
Manuel Pastrana Casado, Francisco Domínguez Villalón,
Cándido Méndez, Manuel Fernández Algaba, Rafael Martín Arcas
No pensaba que, a estas alturas, tuviese que reafirmarme en ciertas cuestiones, pero visto lo visto, más vale.

Sí, yo también soy de UGT. Y me siento orgullosa de ello. Espero no tener que jurarlo con la mano sobre los Estatutos Confederales ni nada por el estilo.

Ante las noticias publicadas por ABC recientemente sobre UGT Andalucía y concretamente sobre la figura del compañero Manuel Pastrana, tengo que decir que estoy absolutamente de acuerdo con el Secretario General. Yo también creo que se trata de una campaña de desprestigio iniciada hace tiempo contra los sindicatos de clase. De hecho, aunque sólo fuera por aquello de disimular, “la caverna” podía haber incluido en sus “pesquisas” al otro agente social: la CEA. 



No sólo estoy de acuerdo con artículos de opinión como el de Román Orozco titulado “A la caza del sindicalista”   o “Muerte a los sindicatos”de Iñaki Gabilondo, sino que además lo he compartido en este, mi pequeño espacio de libertad: mi blog personal. Denuncié tales actitudes en mi post “Un amanecer perruno” en “Mariano no nos quiere”, en “Las gamberras no están en la calle”, en “Arturo dándolo todo” en “Cinismo en estado puro”, y en tantísimos otros...


Por ello reitero, que me parece repugnante el ataque personal y el ensañamiento hacia Manolo o cualquier otro dirigente.

Eso sí, hasta ahí. Porque tengo la impresión que, de manera intencionada o no, se están mezclando distintas cuestiones. Una, efectivamente, el ataque mediático; y otra bien distinta, el debate sobre el cambio o la posibilidad de una lista alternativa a la “oficialista” para el 10º Congreso de la UGT Andalucía. 

Y, ni esto último debe servir como ariete para machacar personalmente a nadie, ni lo primero para arrasar con todo y vapulear a UGT Andalucía. Dicen que a río revuelto ganancia de pescadores. Así que, insisto, conviene diferenciar ambas cosas.

Y quiero centrarme en el debate sobre el cambio. La crítica es buena, positiva, sana y conveniente para la higiene democrática del sindicato y de cualquier otra organización. Lo preocupante sería lo contrario, que no hubiese diferentes opiniones en el seno de un sindicato como UGT Andalucía. Puedo entender que, bien en un exceso de celo, bien por la obsesión de control, desde el ejercicio de la responsabilidad se llegue a intentar aniquilar cualquier corriente crítica. Pero, sinceramente, no creo que ese sea el camino.

Sí, yo también soy de UGT, y me siento orgullosa de ello. Espero que nadie a estas alturas lo cuestione.

Somos muchas las personas que militamos en las bases de la organización y/o en la estructura orgánica. Somos UGT para negociar convenios colectivos, lo somos para negociar descuelgues salariales y ERES cuando también toca, somos UGT para dar la cara (y que a veces te la partan) en las asambleas en los centros de trabajo, lo somos para llevar a cabo procesos electorales y de afiliación. Precisamente por eso, porque somos UGT para todo ello, también queremos serlo para decidir y opinar sobre lo que ocurre en el Sindicato y sobre qué modelo queremos.

El mundo está cambiando muy deprisa y es necesario que las estructuras también lo hagan, la calle pide nuevos perfiles, mayor horizontalidad y más cercanía. Eso se palpa a diario, más en las empresas y en la calle.

Mi opinión es crítica, no es ningún secreto. Desde bien pequeña, como tanta otra gente, aprendí a rebelarme ante las injusticias. También como muchas otras compañeras y compañeros soy crítica porque, desde nuestros pequeños o grandes espacios, aspiramos a transformar un poquito el mundo a nuestro alrededor, que buena falta le está haciendo. 

Nos gusta aportar nuestro granito de arena para luchar por una realidad mejor, y queremos que la UGT cada día sea más fuerte. Lógicamente queremos que un mayor número de personas se sienta cómoda en ella, también los inconformistas y/o críticos.

Es eso justo, el carácter inconformista y el hecho de que nos hierva la sangre ante los abusos y atropellos, lo que nos trajo hasta aquí mismo, a la UGT, a “la casa del pueblo” a participar, a debatir y a aportar. Son señas de identidad de esta organización la vanguardia, la lucha, la crítica, el inconformismo, la rebeldía…

Por supuesto que sí, que hace falta un cambio, un cambio de verdad y un debate profundo. 

APL.



sábado, 13 de abril de 2013

Hiperrealidad en Madrid



Madrid es una de esas ciudades en las que, a pesar del ritmo trepidante de sus calles y la intensa actividad que se respira, una siempre es capaz de encontrar un momento de paréntesis y un espacio para la reflexión. Mi paso por aquí es en esta ocasión con motivo del 41º Congreso Confederal de UGT. El hecho de asistir a él solo como invitada me ha permitido espacios de “spare-time”, como dirían los ingleses.

Y es así como, ironías de la vida, me he topado de bruces con la “hiperrealidad”. No ha sido gracias al fin último de mi estancia estos días en Madrid, sino a una visita casual al museoThyssen.

La exposición “Hiperrealismo1967-2012” es como llevar la vida entera siendo miope de campeonato y que, de repente, te coloquen unas gafas graduadas. La voluptuosidad reflejada en las obras, el volumen casi insolente de las imágenes, la textura de unos colores que parecen gritar, todo en su conjunto, llega a ser casi una invasión a la zona de confort de cualquiera que las observe.


El hiperrealismo, movimiento que surge a finales de los sesenta en Estados Unidos, consiste en trasladar al lienzo con una nitidez brutal una imagen fotográfica que, generalmente inmortaliza momentos cotidianos, detalles del día a día.

Se me pasan tantas cosas por la cabeza al observar esta exposición. Hay tantas realidades que a medida que transcurren los días van sobredimensionándose ante la miopía interesada de algunos...

Especialmente preocupante es la realidad aumentada que está ocurriendo en los centros de trabajo y en las oficinas de INEM.

APL.