lunes, 30 de abril de 2012

Mujer, trabajo y empleo. 1º de Mayo de 2012


El 1º de Mayo, Día Internacional del Trabajo, se caracteriza -este año- por la profundización de la crisis global; tras casi cinco años del inicio de la crisis financiera, el fracaso de las políticas neoliberales aplicadas es un hecho incuestionable y con efectos dramáticos al haber aumentado la destrucción de empleo, la pobreza y las desigualdades.
A medida que se incrementan éstas, las personas que padecen en mayor medida sus efectos ven acentuada su situación, llegando a soportar episodios verdaderamente dramáticos; es el caso de la mujer.
El día del trabajo es un día de reivindicación para todas las personas, independientemente de su sexo, edad, lugar de origen, orientación sexual, etc...
Sin embargo la relación mujer y trabajo, sigue teniendo unas connotaciones muy concretas que ponen de manifiesto un alto grado de discriminación en muchos aspectos. La gravedad de esta discriminación reside, si nos paramos a pensarlo, en que la mujer representa algo más de la mitad de la población.
En conclusión, estaríamos hablando de que la mayoría de población, cuando tiene la suerte de acceder a un empleo, lo hace en términos de precariedad y desigualdad. Y es que, la violencia hacia las mujeres en forma de acoso sexual, el acoso por razón de sexo, la brecha salarial, las dificultades para conciliar una vida personal con el horario laboral, la infrarrepresentación de las mujeres en las direcciones de las empresas e instituciones y un largo etcétera son discriminaciones que siguen estando a la orden del día en un mermado mundo laboral.
Los recortes en derechos laborales, sociales y libertades a los que estamos asistiendo suponen un enorme retroceso para una sociedad que se ha construido a base de esfuerzos a lo largo de la Historia. Un pueblo que ha priorizado lo colectivo frente a lo individual, lo público frente a lo privado y que asiste impotente a un atentado, a un saqueo sin contemplaciones.
Especialmente preocupante es que se ponga en riesgo el acceso igualitario a los pilares fundamentales que representan la sanidad, la dependencia y la educación. Insisto, especialmente preocupante para nosotras las mujeres, pues han sido tareas que hemos desempeñado durante mucho tiempo en el espacio privado, en casa y en la familia. Y ha sido precisamente la conversión de este trabajo en empleo, en trabajo retribuido, lo que nos ha permitido salir aquí fuera, al mundo, al mercado laboral, a una sociedad con derechos, a cotizar, a aportar a la saca común y a tener después acceso a una protección por desempleo, por enfermedad, por llegar a la recta final de la vida y haber guardado en esa hucha conocida como "la jubilación".
La aplicación de unas políticas progresistas nos ha hecho avanzar en la Historia. Y esas políticas son públicas, universales y democráticas. Que la sanidad, que la educación y que la dependencia sean servicios públicos, asumidos por las instituciones y los gobiernos tiene relación directa y estrecha con la incorporación de la mujer a este espacio, además de garantizar al conjunto de la ciudadanía el acceso a un derecho independientemente de su nivel socioeconómico.
Las mujeres, parte del movimiento sindical andaluz, español, europeo e internacional, también reivindicamos el fin de todos los conflictos bélicos originados por los intereses económicos y políticos o por los fanatismos de todo tipo y exigimos que terminen, de una vez por todas, las violaciones de los derechos laborales, sindicales y civiles en todo el planeta.


APL

miércoles, 25 de abril de 2012

Madre Tierra

Imagen de Eneko González. Recomiendo enlace http://www.ekilikua.com/

El pasado domingo celebramos el día internacional de la Madre Tierra. Son muchas las culturas que han adorado a la tierra en forma de deidad femenina, las culturas sumeria, mesopotámica, celta, nórdica, romana, incluso la mitología vasca en la figura de Amalur. Casi siempre ha estado vinculada a la fertilidad, a la vida que en ella crecía.
Tengo especial predilección por la mitología griega, a pesar de que con los años fui descubriendo el choque frontal que supone en numerosas ocasiones con el feminismo.

En este caso Gea representa a la Madre Tierra:

(…) “en el principio era el Caos, una masa no claramente definida, sin forma. Del Caos surgió la Madre Tierra, y su hijo Urano, la modeló tal y como hoy la conocemos nosotros, con las flores, los árboles, los animales y los pájaros. De la Madre Tierra y de Urano nacieron los tres Cíclopes, con un solo ojo, y los doce gigantescos Titanes, seis varones y seis hembras. Urano miraba con horror a estos hijos suyos, y a medida que nacían los iba relegando a las más lejanas profundidades de la tierra. La madre los amaba y se lamentaba de su suerte. Convenció a Crono, el más pequeño de los Titanes, de que se vengara. Un día mientras Urano estaba durmiendo, Crono lo hirió con una hoz dentada. Tres gotas de sangre de Urano cayeron sobre la Madre Tierra y dieron origen a las terribles Herines o Furias”(...)- de, “Monstruos, Dioses y Hombres de la Mitología Griega”, Editorial Anaya-

La tierra representa el continente que envuelve y acoge a ese contenido que conformamos todos y todas. Seres más o menos vivos, pero que sin remedio estamos condenados a entendernos y a cuidar todo aquello que nos proporciona vida y subsistencia. Se trata de un equilibrio vital, en la medida en que prolonguemos la vida de la Madre Tierra, estaremos prolongando nuestra estancia, bienestar y permanencia en ella.

Sin embargo no parecen correr buenos tiempos para sus habitantes, la universalidad, la convivencia, la solidaridad, la empatía, el sentimiento de grupo andan en crisis

Las “Furias” de antaño, campan a sus anchas estos días, promoviendo otro modelo más cercano al individualismo, a la exclusión,  a la división de clases, a la xenofobia, la misoginia, la polarización de posturas políticas, la violencia, etc.

Ni debemos ni podemos permitirlo. 

APL

martes, 17 de abril de 2012

De la “res publica” a la “res privata”. De Alcalá Zamora a Mariano Rajoy


Como ya es bien sabido la etimología de la palabra República se remonta al latín y significa “res”: cosa, “publica”: pública. Es decir la cosa pública, el asunto público. Conceptualmente en la antigua Roma estaba referido a  la propiedad pública: el Estado.

Partiendo de esta base y valorando los movimientos del actual gobierno, podemos ir empezando a sospechar que la etapa de Mariano Rajoy quedará para la historia como la Iberia de la res privata”.

Ante las micro y macro decisiones políticas es conveniente que la ciudadanía valore el poder y las consecuencias de su elección y de su voto. Porque las personas que gobiernan van llevando cada país, comunidad, ciudad, pueblo o pedanía hacia un tipo de sociedad y entorno concreto donde las personas tenemos más o menos derechos y nos sentimos más o menos protegidas o en inminente riesgo.

Este sábado fue la conmemoración de la II República Española
. Una etapa de la historia convulsa,en algunos casos de enfrentamientos callejeros, revueltas anarquistas, golpes de estado militares y huelgas revolucionarias.  Sin duda un periodo movido y de importantes cambios. Cambios y conquistas que han hecho mella en la memoria. Afortunadamente es recordado como un período de avances y de identidad colectiva. La modernización, el acercamiento a la Europa de entonces, a los derechos humanos, y a las libertades sociales, impregnaron el sentir de aquellos años.

Tuvieron lugar cuestiones tan esenciales e innovadoras a la vez, como que la enseñanza religiosa en la escuela pública pasó de obligatoria a voluntaria, se llevó a cabo una de las mayores alfabetizaciones de la población que probablemente haya conocido la historia de este país, la popularización, o el acercamiento al pueblo de la cultura, del cine, del teatro,  de actividades diversas, hasta bibliotecas ambulantes. Se aprobó la ley del divorcio, se celebraron las primeras elecciones con sufragio femenino, el aborto fue legalizado, y como no, una época en la que los grandes sindicatos, tuvimos un papel importante en todo aquello relacionado con lo social, inevitablemente el derecho laboral también se vio ampliamente beneficiado y con ello la clase obrera. Destacaron leyes como la de la jornada máxima, la contratación laboral, la regulación del derecho a la huelga, el aumento de salarios, etc.

El papel de las mujeres republicanas fue fundamental, tanto que me resisto a dedicarle un solo párrafo en este post y lo desarrollaré de manera más extensa en otro dedicado en exclusiva a ellas.

Inevitable fue el pasado sábado, 81 aniversario de la II Republica el cuestionamiento de la corona española. Las redes sociales ardían literalmente, y es que coincidía este día de celebración con la caida y la rotura de una cadera del jefe de Estado, mientras cazaba elefantes en Botsuana. Lo peor es que coincide con otros escándalos como el caso Noos, en el que su propio yerno se ha visto salpicado de toda una trama de corrupción, o el también reciente accidente de uno de los nietos del rey, quien se disparó en un pie mientras, al parecer manipulaba un arma. 

Dicen que a perro flaco todo se le vuelven pulgas, ¿mala suerte? ¿vehemencia? ¿inconsciencia? ¿falta de empatía? La cuestión es que, si bien es cierto que nadie duda del importante papel que desempeñó el rey durante el final de la dictadura de Franco y la posterior etapa de la transición, prestigio que, hasta hace bien poco, ha venido beneficiando a la famila real, no es menos cierto que debiera Juan Carlos otorgar prioridad absoluta al problema de España y de su ciudadanía que no es menor, y que además lo parezca. Con todos mis respetos, no puede ser que un cuarto de la población española activa esté "inactiva" o en el paro, que cada día haya más familias sin ningún tipo de ingresos, que a diferencia de la época republicana, se esté fomentando lo privado frente a lo público, que este recién estrenado gobierno nos esté llevando al caos económico y a la prehistoria en derechos sociales y que él, el propio Rey de España, se dedique en su tiempo libre a cazar elefantes, con todo lo que ello conlleva. No es posible...

APL






viernes, 13 de abril de 2012

El “señor” con taparrabos


Advertencia
El siguiente post puede herir la sensibilidad de personas creyentes, practicantes o no, personas convencidas de, o por la religión cristiana, católica, apostólica y romana, personas vinculadas al mundo eclesiástico, ni que decir de obispos, curas, monjes y monjas.

A estas alturas no es ningún secreto mi condición agnóstica. Sin embargo debo confesar que esta semana santa (“santísima y santificada” donde las haya), he ido “a ver pasos”, sí, efectivamente, por motivos estrictamente personales y voluntarios, me ha apetecido, después de 20 años, ver la semana santa de mi ciudad, Sevilla.

La he vivido como observadora, como testigo de un espectáculo que es seña de identidad de esta tierra. He disfrutado el ambiente, las luces, el olor, la música, los espacios…todo y debo decir que mucho.

Quiero mostrar mi mayor respeto hacia las personas que asisten como yo lo he hecho , por puro placer, las que lo hacen por creencia o por pura penitencia. Sin embargo, ni quiero ni puedo evitar otros puntos de vista, otras perspectivas, bien distintas.

Mi compromiso como persona de izquierdas (o “roja”) y mi condición feminista (cuestiones ambas que ya mismo les dará también por prohibir), me llevan a abstraerme en determinados momentos del espectáculo en sí, y me sumergen en un análisis muy particular del entorno.

Para empezar y por ver así, a grosso modo, la estampa,  ¿Cómo se puede pasear la imagen de un señor prácticamente “en bolas” por las calles de una ciudad sin que nadie se escandalice? ¿Y ella? tapadísima, tan sólo al descubierto el óvalo facial y las pálidas manos.

El vestuario de ella lleno de encajes, oropeles, abalorios, coronas y rosarios y hasta espadas clavadas simbolizando el dolor. Rococó absoluto para adornar la virginal imagen de la mujer. Para él un simple y diminuto “taparrabos” es suficiente.

A la vista queda el tallado cuerpo de Cristo, una verdadera obra de arte que define en cada trazo, tendones, venas, músculos, piel, sangre y cabello. Si intentamos adivinar el cuerpo de ella, no podremos. Pero si tenemos oportunidad de verla sin vestir nos encontraremos con un palo de madera. A eso se reduce el cuerpo de todas las “vírgenes” que procesionan.

Me pregunto si esta mutilación casi íntegra tendrá que ver con el concepto de mujer que tiene la institución que saca a la calle tales figuras. Para la Iglesia Católica el cuerpo de la mujer siempre fue icono del pecado. Tanto es así que no puede ni materializarlo en algo visible.

En realidad, no sólo el cuerpo de cualquier fémina, sino ella en sí. Por eso debe ser también que la participación de la mujer en estas entidades es simbólica y además, muy concreta. Desempeñando el papel de “sirvientas servidoras”. Ese rol tan potenciado por la España rancia y que ahora estamos a un tris de recuperar
.

En consonancia con ese rol femenino de mujer virginal, cuidadora, sanadora, prudente, sometida diría yo…nos topamos con el perfil de hombre que, no digo que en exclusiva, pero sí que predomina demasiado en este entorno. El hombre fuerte y de pelo en pecho que hace la “levantá”, las bases que representan esos hombres, capaces de soportar sobre sus hombros tan supremo peso durante largas horas. A otro nivel los gerifaltes, con sus patillas, embutidos en sus trajes, gomina en cabello, perfumes inimitables y corbatas imposibles.

Cada vez que me topo con este ambiente recuerdo una de las reflexiones de uno de mis mejores amigos: “fíjate como es la Iglesia de astuta, se las han apañado para, delante todo el mundo, comer los mejores manjares y beber el mejor vino, llamándolo cuerpo y sangre de Jesucristo”.


El día que vea mujeres dirigiendo pasos,
Papisas gobernando el Estado del Vaticano,
mujeres ocupando la santa sede,
vírgenes con su cuerpos reales,
con sus hoyitos de celulitis y barriguitas propias del post-parto,
costaleros depilados y gays….

..entonces, quizás entonces, empezaré a pensarme si “creer que Dios existe”.

APL.


martes, 10 de abril de 2012

Sanidad, educación y dependencia. Líneas rojas, líneas verdes y borrones


La sanidad, la educación y la dependencia por lo que dice el PSOE, conforman su línea roja. Por lo visto para el PP son justo la línea verde.

¿Y para la ciudadanía? Pues parece que para la ciudadanía y especialmente para nosotras las mujeres pueden significar un borrón en la historia. O lo que es lo mismo borrón y cuenta nueva.

Es imposible hablar de estos puntos sin tener en cuenta el sesgo de género o sin ponerse las gafas violeta.

La sanidad, la educación y la dependencia son sectores con una altísima presencia femenina. No es casual esto, se trata del trabajo que hemos desempeñado las mujeres toda la vida, en el espacio privado, en la casa y la familia.

Es precisamente la conversión de este trabajo en empleo, en trabajo retribuido, lo que nos ha permitido salir aquí fuera, al mundo, al mercado laboral, a una sociedad con derechos, a cotizar, a aportar a la saca común y a tener después acceso a una protección por desempleo, por enfermedad, por llegar a la recta final de la vida y haber guardado en esa hucha conocida como "la jubilación", etc.

Es precisamente la aplicación de unas políticas concretas, de unas políticas progresistas, las que nos han hecho avanzar en la historia, insisto, avanzar y no retroceder, como estamos haciendo en el “presente actual”. Y esas políticas son PÚBLICAS, UNIVERSALES Y DEMOCRÁTICAS. Que la sanidad, que la educación y que la dependencia sean SERVICIOS PÚBLICOS, asumidos por las instituciones y los gobiernos tiene relación directa y estrecha con la incorporación de la mujer al ESPACIO PÚBLICO (que también tenemos derecho, digo yo…)

Lo que de verdad resulta lamentable es que las ciudadanas y ciudadanos tengamos que estar con las carnes abiertas ante cada cambio de gobierno. Que, en lugar de conservar lo conquistado y avanzar mirando hacia delante, algunos se dediquen a adaptar  el mapa a su “estrechez de miras”, a su modelo. A dar la vuelta y caminar en sentido contrario.

En este caso estoy hablando claramente del partido en el poder, del Partido Popular y de sus políticas REACCIONARIAS. Insisto en lo de reaccionarias, porque  ser reaccionario significa literalmente, querer restablecer lo abolido y ser completamente opuesto a cualquier innovación.

APL





Enfermar un mal universal, curarse ¿un derecho privado?


No sé cómo va a acabar esto, pero desde luego cada vez pinta peor.

Lo de que el presidente del gobierno no de la cara, no es de extrañar, en tan sólo 100 días nos ha acostumbrado a ello. Pero lo de que sus “secuaces” empiecen también a recular, comienza a ser preocupante.

Hoy nos habíamos levantado con De Guindos haciéndonos el cuerpo con su “Particular Progresividad pero es que más tarde nos hemos merendado con la “concreción mariana” en forma de nota de prensa que, ya sí, ha centrado el tiro: 10.000 millones de euros en recortes para la sanidad y la educación.

La veda está abierta, sólo queda ir ahondando en la herida. Y ahí es donde ha entrado la sanidad privada sin perder puntada y saliendo públicamente a proponer que su uso desgrave.

Llevamos tiempo advirtiéndolo desde los sindicatos de clase. Las insinuaciones, comentarios, intenciones de este gobierno, empiezan a materializarse en actuaciones, recortes e imposiciones. No es que seamos más listos y listas que nadie, es simplemente que se trata de un gobierno de derechas, que cree en unas políticas concretas: poco para muchos y mucho para unos pocos, justo los que más tienen y menos necesitan. 

Nunca creyeron en los derechos, apostaron por la caridad.
Nunca gobernaron para universalizar sino para privatizar.
Han comenzado el camino y por lo visto no piensan parar. 

La prioridad está clara, se hace necesario contraargumentar cada medida populista que este gobierno decide, unilateralmente, poner en marcha. Porque encima te encuentras con quien, quedándose en la superficie, piensa que es algo que va con los mas ricos y que ya era hora de que alguien les tocara el bolsillo.

Es la primera pieza de dominó en caer, detrás vamos el resto de fichas. Porque tener que pagar supone, efectivamente, elegir a quien pagar, a lo público o a lo privado. Supone dejar de ingresar en la saca común (la pública).

Y como no todo el mundo puede elegir, sigamos apostando por aportar todos y todas a la saca común y dejarnos de inventos que ya sabemos dónde nos conducen, a perder derechos que se conquistaron con muchísimos esfuerzos.

Ojala no esté en lo cierto, pero si todo esto nos lleva a la temida privatización de la sanidad, la educación y lo que venga detrás, la ciudadanía completa pierde, y lo hace por enfrentarse a una nueva sociedad más injusta, con clases sociales más diferenciadas, si cabe.

Quiero seguir viviendo en un país donde ese mal universal llamado enfermedad, siga teniendo una cura solidaria y justa llamada sanidad pública.

Quiero seguir estando segura de que si el cáncer, la anorexia, la depresión, la alergia, y hasta la insufrible pulmonía asoman por la puerta, pueda acceder a un tratamiento, gane lo que gane,  trabaje o esté en paro, sea mujer u hombre, autóctona o inmigrante ...

APL