viernes, 8 de marzo de 2013

Discriminadas no, lo siguiente...

Este año me resisto a revestir el 8 de marzo de un carácter positivo. No estamos las mujeres para celebraciones, más bien para tirarnos a la calle y exigir nuestro espacio, ese que venimos conquistando con mucho esfuerzo, ese mismo que  quieren obligarnos a abandonar. Porque es así, quieren relegarnos de nuevo al hogar y a las tareas de cuidado. Se empeñan en que retomemos ese rol reproductivo que no productivo, que trabajemos en casa sin cobrar. Es descarada la maniobra de transformación social a la antigua que se está llevando a cabo. 
El recorte en servicios públicos, justo esos servicios que un día permitieron que nosotras nos pudiésemos incorporar al mundo laboral -aunque fuese en desigualdad de condiciones- está suponiendo precisamente eso, nuestra retirada del mismo, o expulsión, mejor dicho.
La manga ancha (previo pago) que da a los empresarios de este país la actual reforma laboral, nos ha arrebatado la principal herramienta que teníamos para prevenir y actuar sobre las condiciones de trabajo y las situaciones de discriminación: la negociación colectiva.
La vergonzosa individualización de las relaciones laborales pretendida por el "gobernante Partido Popular", nos debilitaría muchísimo. Quieren que acabemos negociando uno a uno nuestras condiciones de trabajo previo paso por el despacho de turno. Me pregunto cómo se sentirán personas con situaciones especialmente vulnerables, por ejemplo las mujeres acosadas por sus jefes, sentándose a negociar con ellos mismos.
Me niego a caer en la trampa de evitar el discurso agresivo para caer bien y ser políticamente correcta. Intentando caer bien cambiamos la "brecha" salarial por el día por la "igualdad" retributiva, intentando ser políticamente correctas convertimos la "discriminación" en "desigualdad", las hubo que intentando no molestar a esos varones susceptibles (de todo) hasta camuflaron, sonrojadas, el feminismo.
Pero no corren tiempos para “templar gaitas” porque nos están saqueando, casi de manera literal.
Seguimos encabezando las listas del desempleo, a pesar de estar mejor formadas académicamente. Seguimos accediendo al mercado laboral en condiciones mucho más precarias. La temporalidad y los contratos a tiempo parcial se ceban con nosotras. La conciliación sigue recayendo sobre nosotras casi en exclusividad. Lo que tiene consecuencias muy negativas a nivel económico y a nivel de proyección profesional y pública. Las andaluzas cobramos al año en torno a 4800 euros menos que nuestros compañeros gracias a una brecha salarial que, de seguir así, terminará convirtiéndose en  socavón. Bajo un techo de cristal seguimos accediendo en una proporción ridícula a las categorías profesionales mejor pagadas y reconocidas. La violencia de género y el acoso sexual y por  razón de sexo siguen teniendo cara de mujer.... ¿y vamos a darle una lectura positiva a todo esto?
Hoy, 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, como Secretaría de la Mujer de UGT Andalucía quiero alertar del peligro que suponen para las mujeres las políticas de desempleo, de despido masivo, precarización y de desigualdad de género, que está llevando a cabo el gobierno de derecha de la nación. La política antisocial e insolidaria, que puja por la pobreza ciudadana con el objetivo de enriquecer aún más a la clase rica del país, tiene también una fuerte vertiente sexista.
La crisis, pero muy especialmente, la gestión de la misma, están elevando día tras día el número de desposeídas y empobrecidas, están incrementando la brecha salarial de género, a la vez que tiñen de gris oscuro las posibilidades de las mujeres de hacerse hueco en un mercado sin trabajo.
Ya no queda otra, tenemos que ser protagonistas de nuestro presente y de nuestro futuro. Esto no va a cambiar hasta que seamos nosotras mismas, las mujeres comprometidas, feministas y progresistas las que tengamos acceso a ese espacio que nos intentan prohibir con los hechos y a empujones. Tenemos derecho a gestionar también el mundo, a dirigir empresas, instituciones y entidades en los mismos términos que lo hacen nuestros compañeros varones. Basta ya de un poder prestado, manipulado y controlado.
PD. Que  no se le olvide a la señora Cospedal que gracias a las cuotas también ella está donde está. Muy a nuestro pesar.
APL.

2 comentarios:

  1. Muy bueno, Ana. Ya está bien de lo políticamente correcto. Hay que reventar esta realidad falsa, edulcorada y manipulada. Manolo Peñalosa.

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  2. Gracias Manolo. No son tiempos de seguidismo, lo que está en juego es demasiado. Un abrazo :)

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