Imagen diseñada para este post por el compañero Raúl Delgado,
de la Sección Sindical UGT en Supermercados MAS (UGT Sevilla)
Llevo semanas esperando que alguien diga algo, pero no veo ninguna publicación al respecto, así que, por no perder la costumbre, y puesto que tampoco quiero que el silencio me haga cómplice de una cuestión que clama al cielo, dedico este post a una denuncia muy concreta.
Hubo un tiempo en que se apostaba por la representación equilibrada, hubo un tiempo en que quedaba hasta bien hablar de igualdad de géneros, hubo un tiempo en que éramos tan innovadores y estábamos tan a la vanguardia, que el PSOE andaluz fue más allá de la normativa estatal.
La ley estatal (Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres) obligó a los partidos políticos a que sus candidaturas electorales presentadas a las asambleas legislativas cumpliesen con carácter obligatorio el principio de composición equilibrada de mujeres y hombres, al menos el 40% de cada uno de los sexos.
Aquí ni cortos ni perezosos, por no decir “más chulos” que nadie… fuimos más allá: se aprobaron las “listas cremallera”. La Ley Electoral de Andalucía establece desde 2005 la obligatoriedad de las listas-cremallera. Esta composición va más allá de las paritarias, al establecer por ley la alternancia hombre-mujer; es decir, si el número 1 es hombre, el 2 debe ser mujer (y viceversa).
Fueron tiempos memorables en que la crisis no azotaba el mundo mundial y había abundancia hasta para apostar por mujeres para los puestos de salida en las listas. Eso fue antaño.
Llegó el “tío paco con las rebajas” y se fue todo al garete, crisis hasta en los espacios de poder, recortes hasta en los puestos a ocupar y austeridad hasta en la proyección y en la presencia pública de las mujeres. Y es que, cuando para todos no hay: las mujeres a casa….o a las bases, a currar.
¿Quién dijo listas cremallera?
¿Quién dijo que las políticas de igualdad entre géneros
eran una prioridad para “la izquierda”?
Y, mira por donde, siempre hay un argumento, antes, que no había mujeres, o que las mujeres no querían, no podían…ahora: que con los tiempos que corren hace falta experiencia (y esa la tienen, obviamente los que han ostentado el poder, o sea, los “varones” del partido con cierta edad)
Todavía hay quien no se entera de que quienes nos han llevado al caos político y económico tienen el rostro de hombre…
Lo más triste es que la sociedad espera de los partidos políticos esa referencia ejemplar en la que apoyarse para argumentar avances en otros ámbitos.
Y lo más lamentable es que podríamos mencionar a lideresas cabezas de listas, presidentas de Comunidades Autónomas, cuyo ejercicio del poder es patético, pero desde luego lo hacen sin cortapisas por parte de sus partidos, que encima representan el conservadurismo más rancio de este país.
Griñán, el actual Presidente de la Junta de Andalucía, ha manifestado públicamente que sus listas sí serán cremallera. Confiemos en que así sea, porque hechos son amores y no buenas razones…
Cuestiones como esta restan credibilidad ante la ciudadanía, no se pueden impulsar normas para no cumplirlas. Sobre todo un asunto que no cuesta dinero, no hay argumentos ni lógicos ni razonables para incumplir esta ley, salvo se me ocurre y espero que no sea así, el atrincheramiento en los cargos…
APL
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