domingo, 6 de noviembre de 2011

Londres, la ciudad donde todo cabe



Viajar es algo que hago bastante a menudo por motivos de trabajo. Por eso hacerlo por placer es algo que ya venía necesitando. Creo que  Londres está siendo el destino perfecto para desconectar y a la vez ver algo distinto, porque hay momentos en la vida en que una necesita tomar perspectiva, alejarse y ver más allá de lo que respira cada día.

Ese instinto conservador -que por muy progresistas que seamos, casi todas las personas escondemos en algún lugar- me lleva a comparar y a buscar similitudes entre lo que observo, lo que percibo y  el entorno en que habitualmente me muevo.

Afortunadamente, cuando una se relaja, es capaz de tomar distancia y disfrutar de lo parecido y lo distinto a la vez. Qué osadamente conservador y qué escandalosamente moderno me está resultando Londres. Pasear esta ciudad es una experiencia tan enriquecedora como contradictoria a la vez. Lo retro y lo anticuado resulta a veces difícil de distinguir. Una ciudad multirracial que mezcla lenguas, sonidos, olores, colores, estéticas, sabores…

Londres me resulta un lugar tremendamente acogedor y frío en una sola vez, pasa del gris al fluorescente en sólo segundos, la solemnidad  de sus edificios contrasta con el caos de sus calles llenas de vida, de cotidianeidad. Lo vulgar se mezcla sutilmente con la elegancia y la horizontalidad de sus calles.

Toda una explosión de sensaciones que jamás pude imaginar, de la misma manera que tampoco pude imaginar que pudiesen darse escenarios tan antagónicos en un mismo espacio, en una misma ciudad.

Como anécdota, contaré que una puede visitar la exposición de las "Mujeres de Vermeer"

quedar atrapada en la cuidadosa imagen que trasmite el pintor en el siglo XVII. Una mujer lúgubre, pudorosa, virginal y minutos después de salir del Fitzwilliam Museum, toparse con cinco chicas jóvenes, megáfono en mano, octavillas al viento y pancarta incluida abordando a las féminas transeúntes bajo el mensaje “Women!!, tell us what you are good at…” (“Mujer! cuéntanos qué se te da bien…”)




Antagonismos, tan sumamente opuestos, que hacen de Londres un sitio bipolar

Simplemente, ESPECTACULAR


APL

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