Hoy he inaugurado el curso “Perspectiva histórica de la mujer en mundo del trabajo”.
Hemos puesto en marcha este curso que acerca el feminismo al sindicalismo y viceversa. El material formativo está basado en un estudio que hemos publicado, y tanto éste como el propio curso, lo hemos organizado desde la Secretaría de la Mujer de UGT Andalucía con mucha ilusión.
El día a día nos sumerge en esa vorágine de trabajo que supone atender los problemas de las trabajadoras, su prevención, su asesoramiento y, en muchos casos, más de los deseados, denuncias formales.
Sin embargo, es imprescindible que la inercia no nos atrape ni nos arrastre. Y, desde mi punto de vista, es sano y necesario, buscar espacios para el análisis y la reflexión.
Por un lado, hay que analizar el camino que hemos andado y las conquistas que hemos alcanzado para ponerlas en valor.
Por otro, es necesario ver si la senda que llevamos nos conduce a esa meta que aspiramos alcanzar, analizar si existen nuevas necesidades y marcar nuevas estrategias para que, cada día más, la igualdad entre mujeres y hombres esté más cerca.
Cuando hablo de poner en valor lo conseguido, hablo muy especialmente del trabajo de las mujeres en el seno de los sindicatos y en las empresas.
Hay algo que no podemos, ni debemos obviar, y es que aunque las mujeres sindicalistas hemos sido las grandes olvidadas en el mundo del feminismo, no ha sido menor nuestra lucha.
Quizás tenga algo que ver aquello de pertenecer a una organización masculinizada y mixta a la vez, conformada por mujeres y hombres. Cosa que, desde mi modesto punto de vista, tiene un valor añadido.
APL
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