martes, 29 de mayo de 2012

“La igualdad está en el aire”

Es el título elegido para las VIII Jornadas de Mujer y Empleo que organiza anualmente UGT Granada.

Ayer, un año más tuve la oportunidad de participar en ellas. Es importante para mí como responsable de la Secretaría de la Mujer de UGT Andalucía que, en los tiempos que corren, se mantengan los foros, encuentros y actos en los que se analiza y se debate sobre la igualdad entre géneros y donde el sindicato hace una apuesta. En la única provincia liderada sindicalmente por una mujer comprometida, no podía ser menos.

Ha sido una experiencia interesante compartir mesa con Sofía Olarte, Profesora Titular en la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada. Al referirse a la reforma laboral nos ha mostrado interesantes pistas y recovecos que la norma deja en el aire y que podrían, dentro de lo negativo, ser una vía de escape. Interesantísimas aportaciones las de Sofía muy basadas en la teoría y el estudio.

Me ha tocado a mí aportar la parte práctica: la experiencia sindical, centrada en cinco ejes fundamentales: el análisis de la infravaloración del trabajo femenino, la problemática laboral de las mujeres, cómo se garantiza la igualdad en los centros de trabajo, cómo la hemos negociado hasta hoy y por último qué perspectivas tenemos con la reforma laboral y la crisis actual.

Por un lado es un placer participar estas jornadas y por otro también debo confesar un cierto sentimiento de tristeza. Lo evidente que se hace el retroceso y lo claro que lo ves cuando te sientas a preparar la exposición para ese día y analizas la actualidad. La crisis nos dificulta cualquier avance, hace que socialmente la igualdad sea vista como un lujo o algo de lo que prescindir en tiempos de austeridad.

Que sí, comenzó con la crisis, cierto, pero lo de los últimos meses ha sido una verdadera involución a la que el Partido Popular en forma de gobierno le está imprimiendo un ritmo “mariatoniano”. Si ni  el propio gobierno se cree el tema, ni siquiera le da un lugar prioritario a los derechos de más de la mitad de la población, ¿Qué podemos esperar, por ejemplo, de los empresarios?

Especial valor e importancia cobran estos días el trabajo de nuestros delegados y delegadas en la empresas, tan denostados por la derecha y sus secuaces, que se empecinan en alejar el dialogo entre clases sociales y apostar por un nuevo modelo: la imposición.

Si negociar es difícil en los tiempos que corren, negociar la igualdad ni os cuento…

Me quedo con lo positivo: ilusionada por asistencia de un importante número de mujeres jóvenes, que deberán tomar el testigo de una sociedad aún desigual, sorprendida muy gratamente con la intervención de una empresaria “nada al uso” y de la que se debería tomar ejemplo, y enriquecida con las experiencias de compañeras delegadas, luchadoras y negociadoras en distintas empresas.

Mi felicitación a las compañeras Manuela Martinez, Secretaría General, Mercedes Martín Secretaria de la Mujer, Mª José Escobedo Secretaría de Formación de UGT Granada y  María Félix Rodríguez, coordinadora del Orienta en UGT Granada.

APL


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