jueves, 31 de mayo de 2012

“Política de escaparate” también para la violencia de género



JL Cernadas en Flickr
La política de escaparate está de moda. En realidad lleva algún tiempo ya. Se lleva esto de mostrar la mejor cara y guardar dentro las peores intenciones, eso de exhibir las mejores prendas y esconder las birrias, aquello de mostrar un precio teórico y después “meterte la bacalá”, parece la única forma de gestionar un monopolio llamado gobierno y de  hacer pagar a la ciudadanía un precio único.


¿Dónde está el límite entre un buen marketing y la publicidad engañosa? Supongo que en el mismo sitio en que están los programas electorales y la forma en que se gobierna luego. El gobierno actual del PP es especialista en escaparatismo,  muestran una cosa y luego imponen otra. Encima quieren envolverlo con papel celofán y lazo de raso. Lo estamos viviendo especialmente estos días, por ejemplo con el caso Bankia…¿quien podía imaginarlo al ver su famoso anuncio “Hazte Bankero”?

Por si fuera poco, por lo visto también con respecto a la violencia de género van a aplicar esta política, el lunes leí esta noticia: El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad utilizará los escaparates de grandes superficies y diversos establecimientos, para comunicar la campaña contra la violencia de género”.

Detallaba la noticia que grandes empresas españolas como El Corte Inglés, Ikea o Mango, se implicarán en la lucha contra la violencia de género, gracias a una iniciativa que lidera el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, y que entre otras acciones contempla la posibilidad de que los escaparates de las grandes superficies alerten contra el maltrato, según aseguraba el secretario de Estado de Asuntos Sociales e Igualdad, Juan Manuel Moreno.

La noticia no aclara si hay una compensación económica a cambio, o si es eso “puro marketing”…aunque ya sabemos que nadie da duros a pesetas. Pero de cualquier forma, las mujeres estamos un poco hartas ya de que se nos utilice como pura mercancía también en esto, de que se use nuestra imagen para fines que nada tienen que ver con compromisos éticos.

Que al gobierno le tira la CEOE ya lo sabemos, que sus políticas son las mismas, también. Pero esto es de vergüenza.

¿Por qué no se preocupa el gobierno de ver cuántas de estas empresas tienen implantado un protocolo de acoso sexual para la prevención de la violencia en sus centros de trabajo?

¿Por qué no indaga a ver cuántas reducciones de jornadas y elección de turno deniegan a sus trabajadoras a lo largo del año?

 ¿Por qué no investiga, si tan comprometidas están, la formación en igualdad de género que imparten a sus empleados y empleadas?

¿Por qué no confirma si existen despidos por embarazo como, por cierto corre estos días por la red, con respecto a una de estas empresas?

Ya está bien de hipocresía, propaganda y escaparate.

APL

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