Como mujer y como ciudadana, considero imprescindible nuestra participación en la Huelga General del próximo jueves 29 de marzo. Las mujeres de este país podemos perder mucho si no paramos la barbarie de esta Reforma Laboral, una "antirreforma" con medidas que precarizan el trabajo que queda, malvende la fuerza de trabajo futura, con la creación de empleos de corta distancia, y sobre todo con la puesta en olvido de todo cuanto las mujeres habíamos avanzado en esto que creíamos que era lugar a compartir, el mundo que hace a las personas independientes, el mundo del trabajo remunerado.
La organización en la que milito y en la desempeño mi trabajo como responsable de la Secretaría de la Mujer, UGT Andalucía, así lo sostiene además. Hoy mismo su máximo responsable el Secretario General de UGT Andalucía, Manuel Pastrana, en su último post, "Mujeres en Huelga" hace un llamamiento a la participación de las mujeres en la huelga. La revolución silenciosa a la que hace referencia, esa revolución sin otros medios que el poder de la conciencia, la perseverancia, y la fortaleza que otorgan las pequeñas pero continuas conquistas, hechas desde las grandes dificultades, tiene sus estallidos de cólera, cuando los ardides de la política pretenden recular sin tener en cuenta que las mujeres no sobramos en el ámbito público, y que el trabajo en casa es para cuantos habitan en ella, todos y cada uno de sus miembros.
No puedo dejar de manifestar mi vergüenza, vergüenza e indignación por esta nueva agresión del Partido Popular, que hunde en el pozo de la crisis todo aquello que daba aire de normalidad a la regulación de las condiciones laborales de los trabajadores y las trabajadoras, en consonancia con el Estado de Bienestar que el diálogo social tanto había contribuido a construir.
Pero es que los que mucho ganaban, bien quieren seguir ganando con esta crisis, y para ello pretenden desmontar el Estado de Bienestar y redistribuir las riquezas generadas por los trabajadores y trabajadoras sólo entre sus propias arcas, y quien quiera trabajo que levante el dedo, que ya decidirá el patrón cómo, cuándo, hasta cuándo y sobre todo por cuánto, que ya no hay negociación que valga.
La conciliación de la vida laboral, familiar y personal vuelve a situarse, pese a la Ley de Igualdad, en el ámbito privado, en favor de una corresponsabilidad entre hombres y mujeres que no acaba por llegar. Con ello el gobierno exime a las empresas de cualesquiera medidas que las responsabilicen socialmente, y también de su compromiso debido en el terreno de la igualdad de oportunidades.
La flexibilidad que la Reforma Laboral otorga a las empresas para modificar las condiciones laborales de los trabajadores y las trabajadoras hará verdaderamente poco posible el ejercicio de los derechos de conciliación de la vida laboral, familiar y personal.
Es necesario que hoy más que nunca que las mujeres nos sumemos a esta Huelga General, para poner de manifiesto que los trabajadores, pero también las trabajadoras, mucho tenemos que decir sobre las relaciones laborales, y que no estamos dispuestas a aceptar que sean sólo bilaterales, entre gobierno y empresa.
Quieren devolvernos a casa y no sólo no lo vamos a permitir,
sino que además vamos a inundar las calles
#29MHuelgaGeneral #TomaLaCalle
APL
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