jueves, 17 de mayo de 2012

Violencia de Género. El gobierno se hace el sueco.


Estos días varios medios de comunicación se han hecho eco de la noticia sobre la “sorpresa” que provoca al gobierno que ninguna de las dieciocho (ya dicinueve) víctimas de la violencia de género hubiera denunciado.


Me pregunto sinceramente si nos toma el pelo o se está haciendo el sueco. Porque que algunos se quedaron en el modelo de la Sección Femenina de la etapa franquista, eso ya lo sabemos.

Justo ese preciso momento, cuando se toma la decisión de denunciar, es el de mayor riesgo para la víctima. No es fácil para una mujer tomar una decisión que desencadena toda una vorágine. Tu vida pasa a estar tutelada, institucionalizada y todo en tu entorno cambia de manera brutal. Mientras ese hombre, con el que un día decidiste compartir hasta la más íntima nimiedad, esa persona que conoce hasta el más mínimo detalle de tu ser, se ha convertido en un monstruo desatado, agresivo y descontrolado que, encendido en ira, te vigila, te persigue y te la tiene literalmente sentenciada.

Ese ser humano, llamado marido, pareja, novio, y hasta rollete, después de haber acabado contigo, anulándote y destruyéndote, después de haberte forzado, insultado y/o pegado día a día, semana a semana, mes a mes y año tras año, si no puede seguir haciéndolo porque tú lo has decidido, entonces, tiene claro su nuevo objetivo  acabar contigo biológicamente, matarte. Todo por no asumir su fracaso como persona.

Saber que no hay lugar donde puedas esconderte, saber que no podrás pasar sola ni un minuto, confirmar que no sólo corre riesgo tu vida sino la de tus hijos también, saber que toda tu familia y tu entorno va a sufrir en alguna medida las consecuencias de algo que hasta el momento quedaba en casa en el ámbito de lo privado, como mucho entre el psicólogo o el médico y tú…. Eso, es ser muy valiente.

Por mucho que sepamos que para que todos los mecanismos de protección y atención se pongan en marcha es encesario denunciar denunciar, también hay que ponerse en la piel de esa mujer. Y hay que saber que detrás de la violencia de género hay una relación de poder, de sometimiento y de dependencia. Que hay un primer paso emocional y afectivo que la mujer maltratada, con suerte, resuelve consigo misma y después quizás, tan sólo quizás, decida denunciar.

Tiene que sentirse muy segura y muy protegida
una mujer para dar ese paso.

¿De verdad cree el Partido Popular,
sí, esos,  “los sorprendidos”,
que lo ponen fácil?

¿Qué creen que están haciendo cargándose
la asignatura de educación para la ciudadanía, donde entre otras muchas cosas, se toca la violencia de género?

¿Qué creen que están haciendo precarizando
la educación y la sanidad?

¿Qué creen que están haciendo
cerrando casas de acogida para víctimas?

¿Qué creen que están haciendo recortando en medidas
para la atención a mujeres maltratadas?

¿Qué creen que están haciendo envolviendo esta sociedad
de un olor a polilla que ni en los mejores tiempos de la posguerra?

¿Qué creen que están haciendo pretendiendo políticas restrictivas como la del aborto que tan sólo sirven para poner limites a la libertad de las mujeres?

¿Qué creen que ocurrirá ejerciendo una vertiginosa violencia estructural,
donde las desigualdades entre mujeres y hombres se van a incrementar
gracias los recortes?

¿Qué creen que hacen imponiendo
 una reforma laboral que nos devuelve a casa,
a la dependencia económica?

¿Qué esperan cuando el sector más rancio
de la judicatura de este país criminaliza a las víctimas
bajo el nombre de síndrome de alienación parental (SAP)?


Alienígenas parecen ustedes.
Y sorprendida no, estupefacta me quedo yo.

APL
 




1 comentario:

  1. Brillante, especialmente la última parte. Los que utilizan el término "feminazi" construyen un "muro" que luego permite a los asesinos disponer de su víctima a su antojo. Los jueces que utilizan el SAP, deben saber que son los colaboradores necesarios de esa violencia que se ejercen sobre las mujeres, por el simple hecho de serlas.

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