La relación de las mujeres con la tierra "se remonta a siempre".
Quiero decir que las mujeres
hemos trabajado la tierra desde siempre, y cuando digo siempre me refiero a
antes de que “se hiciera historia” o mejor dicho, antes de que inventáramos la
escritura.
Ayer, 15 de octubre, fue el Día de la Mujer Rural , y conviene recordar
que las mujeres llevamos trabajando la tierra desde el neolítico, periodo en
que comenzó la agricultura. Esta tarea no era exclusiva de la mujer. Lo que sí,
ya por aquel entonces, le tocaba en exclusividad era compatibilizarlo con la
crianza de los hijos e hijas.
En realidad, ya antes de la
invención de la agricultura, las mujeres recolectaban los frutos salvajes que
daba la tierra mientras el hombre cazaba. Y según nuevas teorías basadas en la arqueología la mujer
también era cazadora “menor”. Siendo esto así, lo que debería sorprender es que
con el pasar de los años y de los siglos, la desigualdad entre mujeres y
hombres también se haya prolongando hasta el punto de ser trabajadoras de la
tierra a la vez que nuestros compañeros varones pero, eso sí, sin “rezar” como tales. Con todo lo que ello significa.
Los terratenientes: ellos. Los
propietarios de esas las tierras a las que la humanidad quiso poner lindes y “titular”:
también ellos. El trabajo: a partes iguales. Lo peor de lo peor es que la “cotitularidad” no vino, ni más ni menos, que hasta año 2011. Vamos, el año pasado. Sí, de la tardía
mano de un gobierno socialista ya "en decadencia". Pero vino. ¿Hasta cuándo? Con la que está cayendo sólo dios y Rajoy lo saben.
Todavía hay quien de manera insolente e hipócrita sostiene que
“ya somos iguales”.
Mientras la historia la sigan escribiendo ellos, permitidme que lo dude.
“ya somos iguales”.
Mientras la historia la sigan escribiendo ellos, permitidme que lo dude.
APL
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